Tras 52 generaciones y 1300 años, la posada tradicional japonesa (ryokan) Nishiyama Onsen Keiunkan sigue funcionando hoy en día, ganándose el reconocimiento del hotel más antiguo del mundo y siendo una de las empresas familiares con mayor longevidad aún en funcionamiento. Pero, ¿cuáles son los secretos y estrategias que han permitido a esta empresa familiar perdurar durante tanto tiempo?
Visión a Largo Plazo: Consciencia de las Generaciones Futuras
El secreto de su longevidad radica en su visión de largo plazo. Este ryokan ha tomado decisiones estratégicas pensando en el bienestar de las generaciones venideras, sin sucumbir a la presión de resultados inmediatos. Por ejemplo, durante el auge del turismo en Japón en la década de 1980 y 1990, muchas empresas hoteleras optaron por expandirse agresivamente, construyendo nuevos hoteles y modernizando sus instalaciones para atraer a más visitantes internacionales. Aunque la familia recibió propuestas para abrir más hoteles en la región y aprovechar la creciente afluencia de turistas, optaron por mantenerlo como una propiedad única. Decidieron que la expansión podría diluir la calidad de su servicio y su conexión con la tradición, comprometiendo su sostenibilidad a largo plazo.
Adaptabilidad sin Perder la Esencia
A lo largo de los siglos, el hotel ha modernizado sus instalaciones y servicios para seguir siendo relevante, pero siempre ha mantenido su esencia y tradición. La clave ha sido evolucionar sin perder su identidad, manteniendo la autenticidad de los valores y principios que definen su empresa familiar.
En la década de 1990, se enfrentaron a un cambio en las expectativas de sus huéspedes, quienes buscaban una experiencia más lujosa y personalizada. Para adaptarse a esta tendencia, el ryokan renovó sus baños termales y añadió suites privadas con acceso a baños termales privados. Aunque introdujeron estas comodidades modernas, se aseguraron de conservar el diseño arquitectónico tradicional japonés y los materiales originales, como madera de ciprés y piedra natural, para conservar la autenticidad de la experiencia japonesa. Esta adaptación consciente les permitió atraer a un nuevo perfil de clientes, como turistas internacionales y jóvenes profesionales, sin alienar a sus huéspedes tradicionales que valoran el estilo clásico del ryokan.
Planificación de Sucesión
Una de las razones por las que Nishiyama Onsen Keiunkan ha perdurado a lo largo de los siglos es su enfoque estratégico en la planificación de la sucesión. La clave para la continuidad de un legado no siempre reside en la línea de sangre, sino en la capacidad de identificar y formar a líderes que compartan los valores y la visión de la familia, asegurando que la esencia del negocio perdure. En momentos en los que no hubo herederos directos o suficientemente capacitados, la familia eligió incorporar líderes externos (yōshi), garantizando así que el legado se mantuviera firme a pesar de los desafíos generacionales.
Gobernanza Familiar Efectiva: Equilibrio entre Familia y Profesionalización
El hotel ha sabido equilibrar el sistema familiar con el ámbito profesional de su gestión, incorporando un sistema de gobernanza flexible que incluye a miembros familiares y, en algunos casos, a asesores y gerentes externos. Aunque las decisiones estratégicas siguen siendo dirigidas por la familia, la incorporación de expertos ha permitido profesionalizar la operación, optimizar la eficiencia y garantizar la calidad del servicio.
Enfoque en el Cliente y lealtad generacional
La lealtad de sus clientes se ha forjado a través de un servicio excepcional y un compromiso con la calidad. Cada detalle se cuida con esmero para ofrecer una experiencia que los haga querer volver generación tras generación, creando una relación única entre el hotel, la familia empresaria y las familias de sus clientes.
Un ejemplo notable es el caso de la familia Takeda, descendientes de una de las familias samuráis más influyentes en la región de Yamanashi durante el período Sengoku (siglo XVI). Los Takeda comenzaron a frecuentar Nishiyama Onsen Keiunkan como un lugar de descanso y recuperación para sus guerreros y líderes tras las batallas. Durante más de 400 años, la familia Takeda ha mantenido la tradición de visitar el ryokan. Esta costumbre ha perdurado a lo largo de 13 generaciones, y actualmente sus descendientes continúan hospedándose en él para conmemorar eventos familiares importantes, como ceremonias de iniciación, matrimonios y aniversarios.
Aunque este tipo de fidelidad generacional es menos común en la mayoría de las empresas modernas, Nishiyama Onsen Keiunkan ha logrado que los descendientes de los Takeda, y otras familias históricas, sigan considerando el ryokan como un segundo hogar, transmitiendo el valor de la experiencia de generación en generación.
Sostenibilidad y Responsabilidad Social: Construyendo un Legado
Un factor esencial para que hayan conseguido perdurar a lo largo de los siglos ha sido su compromiso con la comunidad y el entorno que lo rodea. Desde su fundación, el ryokan ha mantenido una relación armónica con la naturaleza y la sociedad local, respetando las montañas, ríos y aguas termales que son parte de su identidad, y contribuyendo al bienestar de la región mediante la creación de empleos y la promoción de la cultura local. Generando un impacto positivo en su entorno ha conseguido construir un legado que perdure con orgullo a lo largo del tiempo.
El caso de Nishiyama Onsen Keiunkan nos recuerda que la clave para la supervivencia de las empresas familiares no solo está en las finanzas o en el mercado, sino en la capacidad de adaptarse, planificar y preservar su identidad con una visión a largo plazo.
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