La marca familiar es un concepto clave en la continuidad y el éxito de las empresas familiares a lo largo de las generaciones. Este término, que utilizamos con frecuencia al conversar con las nuevas generaciones, cobra especial importancia en el proceso de transición y evolución de estos negocios.
La importancia de las nuevas generaciones
Las nuevas generaciones desempeñan un papel fundamental en las empresas familiares, estas suelen necesitar una referencia clara para guiar su camino. En muchas familias empresarias, existe una narrativa que mitifica la figura del fundador o la fundadora, estableciendo una sucesión de liderazgo que a menudo incluye un sucesor destacado.
Sin embargo, una estrategia más efectiva es transformar al fundador en una marca familiar, en una marca empresarial que sirva como eje central de la organización. Las empresas que han logrado perdurar durante generaciones no se han enfocado en replicar el liderazgo carismático de sus fundadores, sino en construir y proteger una identidad corporativa que trascienda a las personas individuales.
La marca familiar como eje de cohesión
Cuando una empresa familiar adopta la marca familiar como su guía, se genera un cambio de perspectiva. En lugar de debates sobre quién debe liderar o quién debe ocupar una posición de poder, los miembros de la familia se centran en proteger y fortalecer un bien común: la marca empresarial familiar.
Al comprender este concepto, las personas dejan de lado disputas individuales y trabajan colectivamente para preservar la identidad y el prestigio de la empresa. Este enfoque permite una mayor eficiencia y logros más significativos, ya que el esfuerzo se dirige hacia objetivos compartidos en lugar de cuestiones personales.
Proteger y fortalecer la marca
Una vez que la familia empresaria ha definido su marca, el siguiente paso es determinar cómo protegerla y qué rol desempeñará cada miembro en este proceso.
Cada integrante de la familia debe asumir la responsabilidad de velar por la coherencia y el prestigio de la empresa. Esto implica actuar con compromiso, mantener una visión común y evitar disputas que puedan afectar la reputación y estabilidad del negocio. Además, se debe fomentar un ambiente de colaboración y comunicación transparente que permita preservar la esencia de la marca a lo largo del tiempo.
Intentar replicar la figura del fundador no es el camino ideal. El verdadero éxito radica en construir y consolidar una identidad empresarial que trascienda a las personas y sirva como un legado para futuras generaciones.
Conclusión
La marca familiar es el pilar sobre el cual recomendamos que se sustente la continuidad de las empresas familiares. Al enfocarse en la marca en lugar de en los individuos, se fomenta la unidad, la estabilidad y el crecimiento sostenible. Es crucial que las nuevas generaciones comprendan la importancia de este concepto y trabajen juntas para proteger y fortalecer la marca familiar. Así, la empresa familiar podrá trascender en el tiempo; asegurando un legado sólido para las futuras generaciones.
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Un artículo de Manuel Pavón.