En los últimos años, las inversiones alternativas han ido ganando protagonismo en las carteras de los Family Office en España. Aunque el real estate sigue siendo la opción preferida, el Private Equity se ha convertido en una alternativa cada vez más atractiva para las familias empresarias, permitiéndoles diversificar sus inversiones y obtener rentabilidades superiores a largo plazo.
Las ventajas del Private Equity
Si bien el riesgo y la menor liquidez son características inherentes del Private Equity, su incorporación en las carteras responde a una lógica de planificación patrimonial a largo plazo. El creciente interés en estos activos se debe a su capacidad para aspirar a rentabilidades superiores a largo plazo y a permitir la diversificación descorrelacionada de estos activos con los tradicionales. Este enfoque no solo busca rentabilidad, sino que también prioriza que, a diferencia de los mercados cotizados, el Private Equity permite a las familias empresarias alinear los proyectos con sus valores y estrategias a largo plazo al obtener un mayor control e impacto directo sobre estos.
Por otro lado, la iliquidez del Private Equity, lejos de ser vista como un obstáculo, es considerada por muchos expertos como una ventaja. Al no permitir una retirada inmediata, fomenta una estrategia de inversión más estable y comprometida, evitando decisiones impulsivas en momentos de volatilidad. En este sentido, se convierte en una opción ideal para aquellos inversores que buscan retornos consistentes a lo largo del tiempo.
Democratización del acceso
Además, el acceso al Private Equity se ha democratizado en los últimos años. Alejandra Hernández, socia directora de grandes patrimonios de Atl Capital, resalta que anteriormente este tipo de inversiones estaban reservadas para grandes fondos y planes de pensiones, pero las nuevas regulaciones han facilitado su acceso a otros perfiles de inversores.
Conclusión
En definitiva, la evolución del Private Equity dentro de las familias empresarias refleja un cambio en la forma de gestionar el patrimonio, priorizando no solo la rentabilidad, sino también el impacto estratégico y el control sobre sus inversiones. A medida que esta tendencia continúa en ascenso, se consolida como un pilar fundamental en la planificación patrimonial moderna.
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Fuente: Vera Castelló, «Las estrategias de las ‘family offices’ (españolas) para cuidar de su patrimonio», publicado en CincoDías el 19 de diciembre de 2024 (puedes leerlo aquí).
